La motricidad fina se refiere predominantemente a nuestra coordinación ojo-mano y puede ser un reto para algunos niños en tareas como comer, vestirse, jugar… Las muñecas pueden ayudarles en estos aspectos, por ejemplo:
- Alrededor de los dos a tres años los niños suelen comenzar a actuar como si su muñeca pueda ver e interactuar con ellos. Vinculan varias acciones con la muñeca, darle de comer, bañarla o acostarla. Este tipo de juego simulado es una parte importante en su desarrollo cognitivo.
- Ponerse y quitarse la ropa puede ser un poco difícil para algunos niños, en cambio es mucho más fácil cuando se practica por primera vez en una muñeca.
- Jugar a dar de comer a sus muñecas les da la oportunidad de desarrollar sus habilidades de auto-alimentación. Aprenderán a utilizar cucharas, botellas, tazas, tenedores….
- Los niños pueden jugar a dar un baño a su muñeca (simulando agua si la muñeca no se puede mojar) y con ello practicarán sus habilidades de secuenciación (primero rellenar la bañera, poner el champú, enjuagar el cabello, limpiar el cuerpo con gel…). Este juego también es utilizado para superar el miedo que tienen muchos niños a bañarse para que se acostumbren a la experiencia sensorial del agua, champú, gel…
- Las muñecas ofrecen la oportunidad perfecta para la práctica de aseo e higiene adquiriendo habilidades tales como el cepillado del pelo, lavarse los dientes y lavarse las manos.